El 29 de mayo, los restos de los cinco integrantes del Grupo Fugitivo, cuatro músicos y su mánager, fueron descubiertos en un terreno baldío de la colonia Aquiles Cerdán, en Reynosa. La banda, originaria de Tamaulipas, desapareció el 25 de mayo tras salir rumbo a una presentación privada en Riberas del Río. La camioneta en la que viajaban fue encontrada abandonada en la colonia La Cañada, sin los logotipos del grupo.
Según informes de prensa local, el evento al que asistían estaba vinculado a un supuesto miembro de Los Metros, brazo del Cártel del Golfo, identificado como “R-8”. Durante la fiesta, un conflicto entre un músico y Ulises Raga Ortiz, alias “El Fayuka”, habría desencadenado la tragedia. El altercado, presuntamente por motivos pasionales relacionados con una mujer, derivó en la violenta agresión contra los artistas. Las familias reportaron la desaparición.
visibilizaron el caso. Con apoyo de tecnología de rastreo, las autoridades localizaron los cuerpos en un basurero. La hipótesis principal señala a “El Fayuka” como el autor intelectual, y se especula que el Cártel del Golfo lo habría señalado como culpable para mitigar la indignación pública. Sin embargo, no hay registro oficial de su captura.
Un sexto integrante, Carlos González, evitó la tragedia al llegar tarde y viajar por separado. Al llegar al lugar del evento, lo encontró desierto y regresó. La investigación sigue en curso, sin confirmación de detenciones. Bandas del norte de México han denunciado presiones de grupos, lo que pone en alerta al gremio musical sobre los riesgos que enfrentan.
