Si pensabas que la familia Fernández estaba llena de angelitos pues, estabas equivocado. Aunque desde afuera podemos ver a una familia unida y muy feliz, la verdad es que esta dinastía ha sido perseguida a lo largo de los años por rumores e intrigas que no los han dejado en paz. Dicen que todas las familias guardan secretos y los Fernández no podían ser la excepción. Es que aunque Vicente Fernández y sus hijos nos den la impresión de ser unos rectos caballeros, han sido involucrados en más asuntos turbios de los que te puedas imaginar.
Por supuesto, ya que los escándalos no le convienen a nadie y la familia tiene una reputación que mantener, generalmente estos asuntos son manejados con mucha discreción, aunque el público y la prensa siempre terminan descubriendo la verdad oculta. La cabeza de la dinastía Fernández era el gran don Vicente, uno de los cantantes más icónicos de la cultura mexicana y latinoamericana. Don Chente comenzó a ser conocido a los 14 años, cuando inició su carrera musical, y poco a poco construyó un imperio musical y empresarial que posteriormente compartiría con toda su familia. Fernández jamás fue pobre.
Sus padres eran rancheros y se dedicaban a la ganadería, por lo que tenían una buena posición económica. Por su parte, es cierto que Vicente siendo muy joven comenzó a vivir de las ganancias que obtenía en sus conciertos, sin embargo, también se convirtió en un exitoso hombre de negocios.
Al parecer, ciertos grupos ilegales estaban usando los conciertos del charro para hacer trabajos sucios.
Esto puso en duda la rectitud de don Vicente, pues, si esto era cierto, era casi imposible que él no estuviera enterado. Tanto la prensa como el público comenzaron a vincular a Vicente Fernández con grupos turbios. Claro, cuando esto pasó nada había sido confirmado. Sin embargo, el hecho de que el charro estuviera siendo investigado por la DEA y por las autoridades españolas era más que suficiente para levantar sospechas.
