Julián Figueroa, el único hijo de Maribel Guardia, partió sin cumplir el último deseo de su padre Joan Sebastián: reconciliarse con sus hermanos. Pero el joven, solo encontró rechazo en vida para conseguir este propósito. Siendo que Sebastián era una de las personas más importantes de su vida, en vida Julián Figueroa quiso cumplir el mayor deseo de su padre, que fue ver a sus hijos juntos.
“No hay ninguna relación ni creo que la vaya a ver, la verdad”, confesó públicamente en su tiempo el mayor de los Figueroas, José Manuel. Por años, Julián intentó acercarse a sus hermanos, después de la partida de Joan, pues creía que compartían el mismo sentir y por ello las experiencias que enfrentaron en el pasado ya no importarían.
Sin embargo, la respuesta de ellos siempre fue negativa. De hecho, José Manuel Figueroa en repetidas ocasiones mencionó que Julián no era su hermano, pues, aunque ambos tenían el mismo padre, sus mamás eran diferentes. Incluso su hermana menor Juliana, aclaró, que solo tenía contacto con sus hermanos cuando peleaban por la herencia de su padre.
Siempre se especuló que, por la imposibilidad de reunir a los hermanos, Julián comenzó a tener problemas con la bebida, buscando un alivio para esta situación . El menor de los varones Figueroa tocó fondo y al igual que su padre en su tiempo pidió ayuda. Aunque no dejó atrás este anhelo, tenía razones suficientes para salir adelante. Se enfocó en la familia que formó con su esposa Ime Garza-Tuñón y su pequeño José Julián.
